AL AGUA PATOS



Una de las cosas que mis hijos hacen sin tener que repetírselas varias veces es bañarse y les gusta hacerlo juntos, es en el único lugar donde no se pelean.

Tienen una diferencia de edad de cuatro años, Adela tiene nueve, Javier cinco y están a gresca continua por cualquier cosa.

Durante la semana, como siempre vamos con el tiempo justo, es más rápida  la ducha, pero hoy viernes que no tenemos prisa, toca baño.

Voy de la cocina, al salón, las habitaciones, el pasillo, recogiendo  trastos, parezco el camión de la basura  haciendo todas las paradas. Al llegar al baño escucho a mi hija…


                        HABÍA UNA VEZ

Un barco llamado bañera que pertenecía a una compañía de barcos muy importante de viajes solo para niños. 

Los capitanes eran tres patos amarillos, uno más grande, capitán tres medallas, otro mediano capitán dos medallas y el pato pequeño, capitán una medalla, ellos dirigían y mandaban.

Estos barcos son los únicos  del mundo que pueden estar llenos de agua y no hundirse.

-Porque sabes Javier que los barcos si se llenan de agua se hunden.

Eran barcos pequeños, donde solo podían viajar dos o tres niños, alguno más grande pero pocos.

Se podía jugar al baloncesto, pescar peces, correr con coches de agua, hacer puzles en las paredes, y fiestas de la espuma, muchas fiestas de la espuma… Castillos hinchables, estrellitas de mar, ranas, hipopótamos. 

Viajaba también  mama pato y sus patitos, que debía de ser la mujer de uno de los capitanes.

 Muchas actividades. 

Vaya muy divertido.

En el mar del Baño, los barcos bañera que eran de todos los países del mundo,  se cruzaban unos con otros y los niños que iban dentro se saludaban.

-Adiós ¿qué tal os lo estáis pasando?

-Adiós, nosotros fenomenal. No pensamos salir de aquí.

Todo iba bien hasta que uno de los barcos perdió el rumbo y todos los demás niños decidieron ir a buscarlos porque estaban asustados.

 Buscaron por el Norte, nada, buscaron por el Este, nada, buscaron por el Sur, nada, buscaron por el Oeste, tampoco, nada,

Los patos capitanes se reunieron y acordaron encender una luz potente para poder ver el puerto y así como si fuese un faro guiar al barco bañera perdido.

 Así lo hicieron. 

La luz fue tan luminosa que se veía a los papas en el muelle y se les escuchaba a lo lejos.

-Volver, volver, salir del agua ya por favor, muy preocupados

El barco bañera perdido vio la luz y  a los demás barcos que le estaban esperando y todos juntos volvieron al puerto. 

Un poco arrugados eso sí de haber  estado tanto tiempo en el agua, estos cruceros tienen un tiempo límite ¿sabes?

Llevo un rato sentado en el suelo del pasillo con la espalda pegada a la pared escuchando el cuento. 

Me levanto, me he puesto un pañuelo en la cabeza unas gafas de sol y con la toalla en la mano he ido a la bañera a recibir a mis hijos de su viaje.

-Mama ¿Qué haces?

-¿Yo? Esperaros en el puerto.


                        FELICES SUEÑOS

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