Se terminó, si vuelvo a escuchar esa frase, voy a perder
los nervios.
Este es uno de esos momentos en los que pienso que no lo
estoy haciendo bien, una de esa muchas veces que como madre me cuestiono a mí
misma.
¡Yo no soy tan mayor! ¿Creo? He tenido juguetes, claro
que he tenido juguetes, tantos no, desde luego. Pero también he jugado en la
calle, y con cosas que yo misma ingeniosamente, mal pero ingeniosamente,
construía a mi manera.
Una vez que ya he divagado bastante y me estoy empezando
a tranquilizar escucho…
-Mama, ME ABURRO
-Elena ¿porque te aburres? Dime que has jugado con todo
lo que hay en este cuarto. Materialmente no tendrías tiempo ni en años con
horario completo de juego.
Ponte cómoda…
HABÍA UNA VEZ
Dos países muy cercanos el uno del otro.
QUIEROMAS y MENOSQUIERO.
QUIEROMAS era un país que tenia de todo, casas
preciosas balcones, parqués con columpios, bicicletas, piscinas, pistas para patinar,
muchas tiendas de golosinas, de cuentos, de ropa y juguetes, todos los juguetes
que puedas imaginarte, estaban en todas partes, en las calles, en las casas, en
las tiendas, en los bancos de los parques, hasta en las paradas de los autobuses.
Los juguetes andaban
solos por las calles saludando a la gente y cada uno se iba a casa de quien
quisiera llevárselo.
-¡Hola que tal! (decía
el juguete), ¿quiere llevarme a su casa?, soy un juguete fantástico, se hacer
de todo y soy muy divertido.
Y la gente si le
gustaba se lo llevaba. Unos se llevaban uno, otros se llevaban otro.
Nada costaba esfuerzo, todos tenían de todo, mucho más de
lo que necesitaban. Pero siempre querían más y no sé porque no eran felices.
Eran personas muy
tristes.
MENOSQUIERO al
contrario, era un país que no tenía nada de eso. No tenía casas preciosas, ni
tiendas de ropa, ni de cuentos, ni de golosinas y mucho menos de juguetes.
En MENOSQUIERO
no sabían lo que eran los juguetes. Bueno esos juguetes del país de QUIEROMAS.
Los habitantes de
este país vivían en la naturaleza. Tenían árboles frutales que les daban unas
frutas riquísimas, playas y ríos para
bañarse. Sus casas estaban hechas de palos que pintaban de colores, sus
jardines eran el campo.
Y los juguetes… los
juguetes pues los animalitos del bosque,
los peces del río, las mochilas que se
fabricaban con cuerdas, ruedas de palo que hacían girar con otro palo, muñecas
y muñecos con pelos de lanita de ovejas,
rubias, morenas, rubios y morenos…
Eran personas
felices.
Un día una familia
del país de MENOSQUIERO estaba
pescando en el mar y una ola gigante les arrastro mar adentro, naufragaron,
estuvieron a la deriva varios días y les
rescataron en una playa en el país de QUIEROMAS.
Les ayudaron con
ropa, comida, les ofrecieron una casa y todas las comodidades con las que ellos
vivían.
La familia de MENOSQUIERO no salía de su
asombro, cuantas cosas nuevas que ellos nunca habían visto.
Casas con paredes y
techos, muebles, televisores, ordenadores (no sabían lo que era un ordenador,
ni un teléfono móvil…) comida empaquetada y en las tiendas, juguetes ¡cuántos
juguetes que no conocían y no sabían cómo se usaban!
Todo les parecía de
cuento e irreal, de otro mundo, pero les gustaba.
Contaron como vivían
ellos en su país y nadie podía creerles.
-¡No se puede vivir
sin todas las cosas que nosotros tenemos! (decían).
En QUIEROMAS se quedaron un tiempo viviendo. Disfrutaron de los
parques con columpios, se bañaron en las piscinas, comieron chuches (que tampoco
las habían comido nunca), los niños aprendieron a jugar con los juguetes
eléctricos y los juegos de tables, pero…
No eran felices.
Se vivía con mucha
prisa, faltaba tiempo para todo, las
familias no se veían casi nunca, hablaban muy poco entre ellos y los niños estaban
casi siempre enfadados, ABURRIDOS y eso que tenían millones de cosas para
jugar.
Decidieron que
querían volver a MENOSQUIERO, pero
en QUIEROMAS
habían sido muy amables y hospitalarios, y para compensarles invitaron a su
país a una familia para que lo conociese.
A los pocos días ya
estaban todos de viaje de vuelta a MENOSQUIERO.
Durante el trayecto
les describían como era la forma de vida allí, muy diferente no había casas
iguales de ladrillo, ni había…, ni había…, comparado con QUIEROMAS no había de nada.
Felices de volver a
su casa, pero al llegar…
Nada les pareció
igual a lo que habían dejado antes de naufragar.
Si, MENOSQUIERO era un país bonito, natural,
tranquilo… pero le faltaban muchas cosas que ellos ahora conocían.
Por ejemplo, las
casas de QUIEROMAS
no se mojaban tenían paredes, tenían electricidad eran calentitas y entre una
vivienda y otra había calles no se inundaban las casas cuando llovía como
pasaba en MENOSQUIERO.
Una cosa detrás de
otra, empezaron a ver defectos a ese país que antes les había parecido el mejor del mundo.
Sin embargo a la
familia de QUIEROMAS
le gustó mucho.
La naturaleza, el
silencio, los animales libres, la gente sin
correr, no existía el reloj, se vivía con la luz del sol.
Decían:
-No hay muebles, ni
juguetes, ¡NO HAY QUE LIMPIAR! , ni supermercados ¡NO HAY QUE COMPRAR!, ni
colegios ¡NO HAY QUE IR AL COLE!
El paraíso.
Esto
duro también un tiempo, la familia de QUIEROMAS, echaba
de menos muchas de las comodidades que tenían en su país.
Sobre
todo cuando hacia frió y se mojaban, a la hora de comer que no había suficiente
comida muchas veces para todos, en el momento de dormir que lo hacían en un
sitio muy pequeño muchas personas y algo muy importante no tenían medicinas si
alguno se ponía malito.
Escribieron
en un papel las cosas buenas de cada uno
de ellos e inventaron un país nuevo ASIQUIERO.
ASIQUIERO, sería un país con casas, colegios, medicinas, calles pero las
justas, el resto campo, ríos, mares naturaleza.
Los
juguetes los fabricarían los niños como ellos quisiesen, nunca los mayores.
El
medio de transporte bicicleta, barcas, patines o esquís
De
un pueblo a otro se viajaría en tirolinas.
La
comida seria natural como en MENOSQUIERO pero utilizando los medios de conservación y cultivo de QUIEROMAS que eran más productivos y alcanzaba para que comiesen mas
personas.
Consiguieron
casi un país perfecto.
Eligieron
un territorio en el mapa y fundaron el país de ASIQUIERO.
Primero
se asentaron ellos con todos sus familiares
de QUIEROMAS y MENOSQUIERO.
Poco a poco las personas que se fueron
informando de cómo se vivía en ASIQUIERO y les gustaba la idea de esa forma de vida se trasladaron a residir
allí también con sus familias.
Fueron
muy felices con el cambio, disfrutaron de muchas cosas que antes no habían
conocido y no habían podido disfrutar.
Otros
se quedaron dónde estaban viviendo en QUIEROMAS o en
MENOSQUIERO y allí
siguen todavía.
ASIQUIERO es uno de los mejores
países para establecerse.
A
Elena no sé si le ha gustado el cuento, pero no ha dicho en ningún momento ME ABURRO.
Lo
que si me ha dicho al terminar el cuento es:
- Mama, creo que podemos hacer
limpieza en mi habitación, no necesito tantas cosas ya. Lo podemos meter en
cajas y lo llevas al mismo sitio que en Navidad ¿te parece?
Me
parece que mi hija entiende perfectamente los cuentos.
FELICES SUEÑOS
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